Juega al poker en Azartia

miércoles, 3 de diciembre de 2014

El poker y las emociones: ira

Hace poco hablé en el blog sobre El poker y las emociones, y hoy me ha surgido hablar de este tema mientras conducía. En mi casa inglesa me suelo cortar mucho, y muchas veces me he reprimido en este tema por miedo a lo que los vecinos pudieran pensar de mí, pero he llegado a la conclusión de que me debe importar una mierda que piensen que estoy loco; además, ellos no saben que estoy trabajando, ni de qué, ni lo frustrante que puede llegar a ser a veces el poker.

¡Espero que os guste el vídeo!


viernes, 21 de noviembre de 2014

Jugando una mano con Snowie

He importado la mano que inventé en la entrada sobre el rango de que farolear el river y la he estado analizando con PokerSnowie para ver si el rango de bluff que sugería estaba cerca del que propone Snowie



A la hora de calcular un rango de bluff tenemos que empezar por el rango de valor. Snowie sugiere que, a un sizing de aproximadamente el 75% del pot en el river (all-in), mi rango de bet+bet+bet por valor debería ser el siguiente:

JJ, 99, 55, AJ, A9s, A5s, A2ss

A simple vista llama la atención que falte AA, y no lo he mirado pero casi seguro que AA está en el rango de check en el flop, dados sus más que obvios blockers :) También sorprende un poco a simple vista que no haga 3 barrels con AK, que creo que es correcto ya que ambos rangos tienen dobles a porrillo... es más, Snowie no pushea todas las two pairs todo el tiempo, así que la frontera entre el value bet y el check podríamos decir que está en una mano como A2ss. Y supongo que el villano debería foldear sus Axs en el river y su última mano de call ser AQ.

(Acabo de comprobarlo, y no! Snowie también foldea AQ, y su última mano de call es J9s)

Y JJ no me acaba de convencer que esté en el flop, al igual que A2s, pero lo dejaremos estar.

Ahora es cuestión de contar combos con flopzilla o simplemente a ojo, son 9 combos de set, 9 de AJ (Snowie betea todos los AJ en flop), y los 6 combos de A9s y A5s y A2ss (Snowie betea A2ss por el backdoor de picas pero no A2hh). En este punto tengo que decir que Snowie es un poco lioso en cuanto a betear o checkear los backdoors, y todavía no he encontrado una regla fija, que seguiré buscando. De hecho la que tenía hasta ahora era que con SD value, Snowie tiende a checkcallear con backdoors y betear sin ellos, pero bueno en este caso creo que asume que A2s sin backdoor no es lo suficientemente fuerte para betear, y aun así, no entiendo muy bien por qué betea A2ss.

En fin, en total tenemos 23 combos por valor en el river (no es del todo cierto porque no betea todas las two pairs todo el tiempo, pero por simplificar asumiremos que sí).

Según la teoría de juegos, deberíamos dejar a nuestro rival indiferente entre hacer call o fold con sus bluffcatchers, así que con un sizing del 75% del pot que es el que nos ha quedado en el river, el villano necesita que sus bluff catchers tengan un 30% de equity, o sea, que ganen un 30% de las veces. Lo cual quiere decir que tendremos que tener un 30% de combos de farol. (Esto no es del todo cierto, ya que alguna vez pushearemos por valor con 55 y el villano tendrá 99, así que a efectos prácticos no sabría decir cómo se aplica, pero sí que sé que al no ganar siempre deberíamos tener más valor, así que lo redondearemos ligeramente hacia el valor). Nos salen aproximadamente 10 combos de farol, pero redondearemos hacia abajo dado que no siempre ganamos cuando nos pagan y lo dejaremos en 9 combos.

Mi apuesta era que las mejores manos para hacer 3 barrel de farol eran 87s o 76s con backdoor flush y QThh y QTdd.

Snowie no tiene una mente humana, así que su forma de pensar es más complicada: no quiere tener manos fijas o rangos conocidos (si siempre beteáramos de farol siempre con 87s y QTs, cuando el villano tuviera blockers de nuestras manos de farol podría foldear tranquilamente), así que trata de distribuir mejor sus faroles. ¿Cómo? Metiendo frecuencias menores al 100% de un rango de manos más amplio.

El rango de farol de Snowie está compuesto de las siguientes manos, por orden de frecuencia de bet:

76ss (gutshot en flop y gutshot + flush draw en turn, y realmente no bloquea combos de call call fold más allá de 87s o A7ss y A6ss)
76s (gutshot en flop y gutshot en turn, no tiene tanta equity como 76s pero no bloquea ninguna mano de call call fold más allá de A7s y A6s).
87s Mismo razonamiento que las manos anteriores
QTss (backdoor straight y backdoor flush draws en flop, OESD + flush draw en turn. Los blockers no es que sean especialmente buenos cuando el villano siempre foldea AQ y AT, y estamos bloqueando precisamente QTs y T8s, pero nuestro farol tiene demasiada equity en el turn).
QTs mismo razonamiento, sólo que tenemos menos equity.
T9ss (mano que yo no había considerado, y que me extraña mucho que esté en el rango de bet en el flop ya que es una mano bastante buena para hacer check call en flop).
T9s esta ya me parece muy floja para convertirla en farol en el turn a un bluff de 5 outs sin implied odds. No estoy de acuerdo para nada con Snowie, T9ss tiene un pase, pero T9s realmente no lo tiene.
K9ss otra mano que me extraña que esté en el rango de bet en flop, aunque para mí ya tiene más sentido apostar esta mano en el flop ya que hay más valor, de nuevo me extraña que siga apostando en turn!
K9s esto ya sí que no tiene ningún sentido, tenemos cierto showdown value en turn (pequeño, eso sí, pero existe), y me parece un sinsentido convertir K9s en farol en el turn.
Q9ss y Q9s (mismo razonamiento que con K9s)
T8ss y T8s mismo razonamiento que con QTs, buenas manos para betear el flop con runners y el turn con draw.
77 y 66 estas manos ya sí que no tiene sentido ni betearlas en el flop.


Conclusiones sobre el rango de farol:

Estaba bastante bien encaminado en cuanto a que los mejores faroles eran los que arrastraban equity en calles anteriores y no bloqueaban manos de fold en el river. T8s no se me ocurrió en el momento, pero sí que es buena mano para betear. QTs, y las guthots del flop son las otras manos que elige Snowie para betear (en torno a un 70% de las veces).

Sobre el hecho de que Snowie esté valuffeando el turn con 9x es posible que sea porque el turn es tan bueno a la hora de abrirnos draws, que esto hace que nuestro rango de bet necesite faroles que no tenemos. De todas formas acabo de pasar el turn con K9ss por ejemplo y Snowie sugiere bet de 14%, así que a efectos prácticos podemos considerarlo un check con éste y los demás 9x. Supongo que con 77-66 pasará lo mismo, que tendrán una frecuencia ridícula.

Por tanto, deberíamos sacar 9 combos de farol de las siguientes manos: QTs, T8s, 87s y 76s. Para ello debemos tener en cuenta que en el river ya no importa el equity que tuviera la mano en el turn, sólo los combos de fold que bloquea.

En la mano en cuestión Snowie infravalora QT porque, al foldear el villano AQ y AT, que tiene todos los combos off y suited pesan al menos lo mismo que los flush draws, y es por eso que no le parecen buenas manos para 3barrelear. Por un lado esto es cierto, pero habría que asumir primero que están todos los combos de ATo, y segundo que foldea AQ, que también está por ver. Así que no me preocuparía y la seguiría dejando en el rango de shove.

En el rango de BTN los combos de flush draw están seguro, los de straight draws sólo alguno (no siempre pagará con QTs o T8 el flop), sólo está seguro 87s, así que deberemos evitar las manos que bloqueen 87s y picas, lo que nos deja como mejores 3 barrel bluff, QTs, T8s y 76s. Obviando los combos de spades nos quedan 7 combos

Estos serían nuestros 7 mejores combos de bluff, y después ya habría que elegir otros dos. Ya no sabría decir si es mejor bloquear picas u 87s, hasta ahí no llego, así que lo dejaré en 87s sin picas.


Por tanto el rango de value quedaría así:
JJ, 99, 55, AJ, A9s, A5s, A2s (23 combos) 71.8%

Y el rango de farol así:

QThh, QTdd, T8hh, T8dd, 76dd, 76hh, 76cc, 87cc, 87dd (9 combos) 28.1%





Con esto, estaríamos muy muy cerca de ser inexplotables, y podríamos ir all-in y quedarnos muy tranquilos de que el villano no nos puede bluffcatchear de más ni foldear de más sin ganar aún más dinero.

Este es un ejemplo que en directo me sería imposible calcular, aunque poco a poco y haciendo ejercicios como éste, uno se va dando cuenta de lo que yo llamo normas, como que:

En general los flush draws son buenas manos para bluffear el flop y el turn, pero no el river. O que las mejores manos de 3 barrel en general son las más chusqueras, las gutshots guarras sin flush draw, o incluso las manos sin equity (snowie lleva una parte pequeña de 77-66 al river, que yo no llevaría nunca, pero que una vez en el river tiene más EV pushear 66 no spades que QTdd).


Y esto es todo, ¡si hay algún error o comentario agradecería mucho que dejarais comentarios!

jueves, 20 de noviembre de 2014

Tratando de salir del pozo

He estado hablando con varias personas y he leído consejos que me ha dado la gente sobre el problema que comentaba en la entrada anterior, y yo también he indagado un poco más sobr ello.

Un acercamiento muy bueno para ayudarme a tener cierta confianza es la certeza de que estoy haciendo algo bien. Lo que en el Mental game of poker 2 se le llama la competencia inconsciente.

Son cosas que has interiorizado tan bien, que no tienes ningún problema en hacer incluso en el tilt más profundo. Por ejemplo, conduciendo sería como subir de segunda a tercera. O en el poker, un fold en MP con A5o. No tienes que acceder a tus funciones cerebrales superiores para hacer un fold en MP con A5o, para pushear un river en 3bet pot con nuts, foldear aire en el river cuando te pushean de cara o para abrir JTs en CO. Son cosas que tienes tan interiorizadísimas que ni en tu peor tilt podrías jugar mal.

Otro ejemplo no tan evidente sería: hacer un 3barrel de farol en 3bet pot en el river (BB vs BTN) en una mesa Ad9h5sJs2c con 87cc. Tienes tu mejor farol, el que más equity tiene en flop, que mejora en turn y que a la vez no bloquea manos de call/call/fold como flush draws (tienes tréboles y en la mesa hay picas en turn). Otra mano muy buena para 3 barrel sería QThh y QTdd, con backdoor flush draw y straight draw en flop, OESD en turn  y que bloquea dos de los mejores Ax del villano que son AQ y AT. Si tienes claros estos conceptos, estas dos manos serían un push muy fácil el river, y en cuanto ves el turn deberías saber que vas a pushear la mayoría de rivers.


Así que por un lado, un acercamiento es el de mejorar como jugador, tratar de aumentar tu nivel de competencia inconsciente. Para ir implementando esto hay que jugar también, claro, pero sobre todo estudiar y mejorar como jugador para ser capaz de tener un juego sólido aun en circunstancias mentales/emocionales adversas. Hay que hacer las dos cosas, pero en el punto en el que estoy




Por otro lado, la solución en el plano más emocional es más complejo y da para más. Quizás más adelante escriba sobre esto. Por ahora, diré que el yoga y el deporte me ayudan un montón, que realmente es "culpa" mía no practicarlo todos los días. Ayer por ejemplo volví de jugar al fútbol, y me puse a jugar una hora. Hice faroles en river y en general estuve bastante tranquilo. Si en mis peores momentos emocionalmente (por la época me refiero) soy capaz de jugar una hora tranquilo gracias al deporte, debería practicarlo más. El yoga es parecido, sólo que mucho más efectivo para mí. Así que debería imponerme una rutina diaria de yoga por las mañanas y de deporte 4-5 veces por semana. Hay que decir que el deporte en este 2014 lo estaba cumpliendo muy bien (natación en Tailandia, tenis en California, tenis y salir a correr en Burgos), pero aquí en Bournemouth me cuesta un montón salir a correr porque no es sólo que hace un frío del carajo, es que cerca de mi casa no tengo más que cuestas, hace un frío húmedo que te cala hasta los huesos, y el puto suelo siempre está mojado.



Como digo sobre poker mindset puede que hable más a menudo, hoy me voy a centrar en mejorar como jugador.

He estado reflexionando sobre cómo mejorar como jugador, y ayer tuve la suerte de estar viendo jugar a un amigo de Bournemouth ganador en high stakes. Escucharle comentar cosas me motivó muchísimo, y una de las cosas que decía que le había ayudado mucho era Poker Snowie. Comentaré más sobre Snowie más adelante tal vez, ya lo utilicé en el pasado y volveré a él.




La segunda cosa es copiar a regs ganadores de high stakes. Comprar manos de high stakes y ver qué hacen con determinadas manos en determinados spots los Katya, Forhayley, Sauce, Lotte, etc.


La tercera cosa es trabajar yo mismo con CardRunners y resolver spots. Por ejemplo, ahora mismo me viene a la mente un spot donde tengo problemas, que es cuando hago 3bet contra EP/MP in position. Me cuesta tener un rango no face up de check, no sé qué frecuencia puedo tener de 3barrel, etc. Voy a empezar por este spot, y después "blindaré" mis rangos de OR más pequeños, los de EP/MP, seguiré por CO, BTN y SB.



La cuarta cosa, más secundaria, sería seguir viendo vídeos de Run It Once y de IveyLeague. Es un problema aprender de gente tan ecléctica y con estilos tan diferentes, y sobre todo sin una información bien estructurada. Éste es el principal leak de todas estas páginas, y era algo que EducaPoker hacía de maravilla, en EP toda la información estaba perfectament estructurada de menos a más, y es algo de lo que adolecen estas escuelas de vídeos. Aunque por lo menos en el foro de RIO se puede encontrar información valiosísima.


Por cierto, como veis, todos estos aspectos se tienden a centrar en el juego óptimo. Más sobre juego óptimo/explotable en un futuro.

En resumen, Snowie, Card Runners EV y manos de ganadores, y de forma secundaria RIO y IL. Y en el aspecto emocional, por ahora, deporte y/o yoga todos los días. Veremos si soy capaz de salir del pozo.

martes, 18 de noviembre de 2014

El poker y las emociones

"Abro AJdd en early position en mesa de 9 y me paga el HJ, un jugador israelí, de lejos el mejor jugador de la mesa y el único competente. El flop es K83r, hago apuesta de continuación y me paga. Creo que tiene algún 8 en su rango (manos como 98s), reyes y algún float (gutshots). El turn es un 6 rainbow y siento que estoy frente a un abismo. Mi mente se empieza a bloquear. Meto second barrel de medio bote y me vuelve a pagar. El river es un 9. Checkeo, desisto de mi farol, él betea 9.000 puntos en bote de 25.000 y creo que tiene algún set, pero sobre todo Kx, y decido ponerlo all-in por un total de 41.000, su stack. El judío empieza a tankear. Mi mente entra en colapso. Mi corazón está latiendo a unas 150 pulsaciones por minuto. Me cuesta respirar de forma relajada, y noto sudores fríos en la sien y en la nuca. Trato de mantener la compostura, la gorra y las gafas de sol ayudan, pero no puedo disimular mi respiración no toda la tensión en mi cuerpo. Han pasado 2 ó 3 minutos y le veo frustrado. Si paga y no estoy faroleando se va a la calle, y creo que puede foldear. Lleva 2 ó 3 minutos tankeando, y un jugador de la mesa, que ya había pedido tiempo en varias ocasiones a lo largo del día, pide el reloj. Todo está borroso ahora mismo, no sé cómo es posible que me haya puesto en esta situación. El croupier anuncia 30 segundos, y creo que puede acabar foldeando, pero acaba haciendo call con KQo."

Esta mano tuvo lugar en agosto de 2011 en el Casino de San Sebastián, en un torneo de 1000€ de buy-in del Estrellas Poker Tour.

Hasta hace un tiempo, fue el momento jugando al poker en que más nervioso/tenso/ansioso me puse. Mi bloqueo se puede decir que empezó ya en el flop, pero realmente en el turn mi habilidad para acceder a mis funciones cerebrales superiores, que son las encargadas de usar los razonamientos lógicos, había sido "desconectada". No podía pensar con claridad, era imposible. Las sensaciones físicas eran tan apabullantes que eclipsaban cualquier asomo de lógica. En el river apareció algo de cordura cuando decidí desistir de mi farol e hice check, pero la cordura sólo duró el momento en que tardé en anunciarle al croupier "all-in".

Acabó la mano, el israelita pasó al día 2 como chipleader (y consiguió además llevar mis fichas hasta a la mesa final), mientras que yo pasé al día 2 con apenas 12.000 puntos, que me duraron exactamente 5 manos.

Obviamente, la mano es una fishada monumental, en 2011, en 2014 y en 2030, cuando los Sauce, Red Baron, Katya, nos parezcan fishes, seguirá siendo una fishada monumental. Pero, checkismos y GTOismos aparte, en aquella época la mano tenía una muy fácil solución: cbet flop y check fold turn.

Más allá de ese día en concreto o esa anécdota, en que por lo especial de la situación (torneo en vivo) o de estar cansado (llevaba 10 horas jugando cuando tuvo lugar la mano) perdí el control de la situación, yo no me solía poner nervioso jugando al poker. Soy una persona quizás más emocional que la mayoría de la gente, o por lo menos de los hombres (las mujeres son mucho más sensibles y emocionales que nosotros), pero siempre he llevado este tema muy bien en el poker. No me temblaba el pulso a la hora de barrelear como si no hubiera mañana si era rentable, o bluffcatchear masivamente en el river si pensaba que el villano estaba faroleando de más, como en esta mano el bueno de Lex Veldhuis haciendo mierda al pobre Doyle con su pareja de doses, cuando el rango de Doyle no tiene prácticamente ninguna mano fuerte:






Pero de un tiempo a esta parte tengo problemas emocionales graves cuando juego al poker. Bueno, cuando no juego al poker también; todo está relacionado, claro, pero esto no es problemático cuando tu profesión es ser agricultor, o jardinero. Pero sí lo es si eres jugador de poker, profesor en un colegio, broker de bolsa o vendedor de seguros. Especialmente siendo jugador de poker, cuando tienes que tomar decisiones que afectan a tu futuro económico cada minuto, y en donde sueldo depende de tu habilidad en las mesas.

Si tienes demasiado miedo entrarás en un círculo vicioso: tienes miedo a perder por lo que, te niteas, pero este nitearse a su vez hace que tengas cada vez más difícil poder ganar. Aparte, tener unos gastos asociados más grandes, como son vivir en Inglaterra, sólo añade presión al asunto... En resumen, si eres scared money, es muy difícil que puedas ganar dinero jugando al poker en 2014. Y se podría decir que de un tiempo a esta parte, sin entender muy bien por qué, he acabado siendo scared money.

Voy a poner una gráfica de 400k manos para demostrarlo. Las primeras 250k son manos jugadas hasta marzo de este año, y a partir de ahí hubo un cambio en mi juego muy muy profundo. Desconozco la causa del cambio, honestamente desconozco cómo empezó. Sólo veo que la línea roja de repente pega un cambio absolutamente bestial, y la línea naranja la acompaña, ya que la ligera subida de ganancias al showdown ni de lejos compensa la caída de las ganancias sin showdown.



Como digo desconozco las causas, pero este hecho, sostenido en el tiempo, ha acabado por destruir mi confianza, lo que ha provocado también, con el tiempo, mi motivación disminuya.

Me gustaría tener algún tipo de ayuda. Estoy en una situación en la que cada vez que voy a jugar me pongo super tenso, en la que prácticamente cada vez que voy a hacer un 3 barrel de farol estoy muy tenso, en la que perder una caja me jode, y no entiendo por qué.

Además, no debería ser una cuestión exclusivamente monetaria, ya que hace un par de semanas me puse a jugar en WPT Poker para hacer 1 punto vip (en la red party si tienes una cuenta inactiva durante más de 3 meses te quitan puntos y dinero) y acabé echando unas pocas manos en NL4 zoom. En una mano hice un 3 barrel de farol... y me noté tenso!! ¡¡ Un 3 barrel de 3$ !!

Hago yoga a menudo últimamente, y algo ayuda, pero no lo suficiente. He leído el Mental game of poker 1 y 2, los he revisado bastante, pero no ahondan lo suficiente en el tema del miedo y la confianza. Obviamente si no puedo solucionar este problema mi carrera como jugador de poker se irá al carajo. Afortunadamente, he sido una hormiga previsora y no es algo que tenga que resolver para el mes que viene, pero es algo que debo solucionar cuanto antes. Acepto cualquier consejo, cualquier idea/plan de trabajo es bienvenido. Vi el vídeo Raúl Mestre en que comentaba que había tenido un cambio brusco en sus non showdown winnings a raíz de haberse enterado de que iba a ser padre, y que incluso se notó tenso haciendo un 3 barrel en un 3bet pot normal de 100bb... y eso me animó a escribir esto.

En fin, me gusta el poker, me encanta la faceta lógica que tiene. En cierto modo es como resolver ecuaciones, que me encantaban cuando era pequeño, o como las series o pelis de detectives que tienen que resolver un caso, o el juego de mesa la Resistencia, donde hay que descubrir quién es el topo; todas estas cosas tienen un componente de descifrar una incógnita ('x', el asesino, el topo, la mano del villano) desconocida basándote en unas reglas prefijadas, y a mí me encantan esos juegos; es super satisfactorio ser capaz de leer a un reg como un libro abierto, y ¡que además te paguen por ello!

Y por supuesto me gusta el estilo de vida que me da. No aspiro a hacerme rico, no soy una persona excesivamente ambiciosa ni baller ni tengo grandes gastos en el día a día, pero una de las cosas que más me gusta del poker es el poder trabajar poco. Trabajar 4 horas al día, 2-3 a jugar, 1-2 a revisar cosas y el fin de semana jugar algo más, y el resto del día desconectar, ser libre y no tener que madrugar ni tener un jefe, para mí eso es el paraíso. Si además tienes algo de dinero para poder visitar de vez en cuando sitios maravillosos, como un retiro espiritual en California, o recorrerte la Costa Oeste de Estados Unidos, ¡estupendo! En resumen, me gusta el poker. Pero estar todo el día teniéndolo de trasfondo no me gusta, y esto es lo que me está pasando últimamente, que como no sé cómo lo puedo solucionar; no desconecto, me acecha en la penumbra, por así decirlo.

Bournemouth

Llevaba ya un tiempo pensando en actualizar, y hace unos días grabé un vídeo contando un poco cómo es la vida por Bournemouth y cómo me ha ido últimamente en las mesas. Creo que al haberlo tenido que girar 90º ha quedado con una calidad un poco mala, lo siento. Espero que os guste!




Y aquí la canción del principio (Nothing else matters), en una versión en directo que me encanta:





Y nada, como digo en el vídeo, puede que vuelva a grabar alguna que otra sesión, aunque aún tardaría en hacerlo; me gustaría tener un poco de feedback ya que me he notado muy oxidado estos últimos 3 meses. Saludos!

sábado, 8 de febrero de 2014

Diario de Costa Rica: Santa Teresa


Ésta es mi última noche en Santa Teresa, un pequeño pueblo surfero, situado en el sur de la península de Nicoya. Mañana dormiré en Alajuela y el domingo volveré a Madrid. Me embarga un sentimiento de nostalgia mientras escribo estas líneas.

Estos días han sido bastante tranquilos, me he dedicado a leer mucho, a pasarme horas en la playa -aunque siempre tiendo más a conservar mi pigmentación habitual y quemarme que a adquirir el  tono dorado deseado por los amantes del bronceado- sin hacer nada más que observar, darme baños ocasionales y leer.

Mi momento favorito del día ha sido el atardecer, cuando más cosas suceden en la playa.

Para los entendidos del surf aparentemente es la mejor hora (junto con el amanecer, a eso de las 6 de la mañana) del día para surfear, debido, creo, a que la marea está en su punto más alto, lo que provoca mejores olas, más fuertes (realmente no estoy muy seguro de esto, pero a esas horas se juntaban más surferos en la playa).

También están los pescadores. Suelen ser ticos en su mayoría, aunque también he reconocido a extranjeros, probablemente afincados en la zona. Se dedican a rastrear la costa en busca de pescado, con unas cañas de pescar un poco extrañas, y les he visto sacar peces cuyo tamaño me asusta y me resulta difícil de creer que puedan estar a tan pocos metros de la orilla (un día vi un pez que pesaría 10 kilos como poco, del tamaño de mi brazo).

A ellos añaden su presencia las aves, probablemente gaviotas, aunque he reconocido al menos dos especies diferentes, una de las cuales, con una vista aparentemente extraordinaria (a mí me parece imposible ver algo en aguas tan turbulentas), rastrea la superficie y, cuando avista una presa, coge altura y se lanzan en picado contra el agua en un espectáculo digno de ver.

La fauna no acaba ahí: también son dignos de ver los cangrejos ermitaños, con su pequeña casa a cuestas. Tienen un aire al doctor Zoidberg, de Futurama. Unos bichos la mar de simpáticos, con movimientos delicados, que sólo dejan su marca en la arena cuando avanzan de frente. También hay cangrejos, más grandes, en el lugar donde termina el océano y comienza la superficie terrestre, semienterrados en la arena, moviéndose solamente en la parte de la ola en que el agua se retrae de nuevo hacia el mar, también muy curiosos con su extraña forma de moverse. Desconozco a cuántos habré pisado.

A surferos, cazadores de peces -humanos y no humanos-, y resto de fauna, se les juntan: los que se reúnen en grupos y toman imperiales -la cerveza costarricense por antonomasia-, los que miran a los surferos surfear, los que llevan a sus perros a interactuar y bañarse, las parejas que contemplan cogidos de la mano al sol esconderse, los que hacen footing playero, los ticos que llevan a sus hijos a darse un chapuzón, los guiris, los ladrones de chanclas de playa... la verdad, se forma un buen batiburrillo de personajes que hacen que siempre haya algo interesante que ver.


Panorámica de la playa de Santa Teresa


El resto del día la playa suele estar más vacía y tranquila, pero a esa hora pasan cosas: simplemente dejas que tu vista se pose en aquello que más te llame la atención, y siempre hay algo: si no es un surfero torpe que da sus primeros pasos en este peligroso deporte, es uno experto cuyos movimientos contemplas con asombro. O son las aves que se dirigen en numeroso grupo quizás a otra playa. O lo que denominé la extraña pareja, ya que la visión de estos dos personajes evocó en mí la canción de Ismael Serrano: él, un señor de unos 55 ó 60 años; ella, una muchacha de poco más de 30; su lenguaje corporal, algo tenso, me hacía pensar que no eran pareja romántica, pero estaba seguro de que tampoco eran familia, y me quedé con la duda sobre la clase de relación que mantenían.

También Nathan, un americano de unos 35 años, natural de Miami, Florida pero con muchos años como residente de Oregón; con quien entablé una agradable conversación; que me recomendó que visitara su Estado la próxima vez que pasara por la zona, y que me recordó de nuevo -a veces me olvido- de por qué me gustan tanto los EEUU: no es ni por su cultura, ni por su comida, ni por su religión, ni por su estilo de vida, ninguna de las cuales me gusta mucho (aunque secretamente admitiré que adoro conducir y comer un taco mientras atravieso millas abriéndome paso entre el lento tráfico); sino por su forma de ser: tan amigable, tan abierta, casi siempre una invitación. Es algo cultural, y en España estamos a leguas de ellos en este aspecto. Enseguida hace que me sienta a gusto, nos acabamos de conocer pero me está contando sobre los Parques Nacionales y Bosques de Oregón; me habla sobre un sitio mágico, en la frontera con Washington, de unas 10 millas de duración, lleno de cataratas que merecen la pena ver; de un glaciar, de unos bosques...

A veces también coincido con Ian y Michelle, vecinos de mi Bed & Breakfast. Son de Reino Unido, él muy bebedor (algo alcohólico, diría), pero muy amigable también, y auténtico fan de los Rolling Stones -le pregunto por su canción favorita de los Stones y sufre porque no puede quedarse con solamente una-, ella algo cínica y superficial.

O con Christian, el dueño del sitio donde me alojo, un alemán con el típico perfil surfero (pelo largo, rastas y bañador de Billabong), de 37 años, 10 de los últimos los ha pasado en Costa Rica. Me cuenta historias de Tamarindo, donde viven unos cuantos caimanes, y de cómo por la noche deben de pasar sí o sí de la bahía al estuario por la playa principal de Tamarindo, pero que los caimanes son animales calmados, no agresivos como los cocodrilos (mientras me cuenta esto me digo que jamás pisaré Tamarindo). También me jura y me perjura, mientras se ríe por mi extraña insistencia, que no hay tiburones toro en la playa de Santa Teresa, y que muy raramente hay mantarrayas, que en la playa que hay al lado sí que hay más. Le pregunto si alguna vez le ha picado una y me dice que no, pero que alguna vez arrastra los pies mientras entra en la playa, un modo de avisarles de su presencia, ya que muchas veces se esconden bajo la arena (aparte de que aquí es imposible ver nada bajo el agua). Me dice que hace poco, mientras hacía surf, vio una mantarraya saltar por encima del agua para cazar un pez, e insiste en que no me preocupe demasiado por los animales del agua.

He probado el surf, cómo no, y aunque la primera clase con Geoffrey, un ecuatoriano afincado en Santa Teresa con un negocio de alquiler de tablas, no fue del todo mal, los siguientes acercamientos no han sido del todo positivos: he tragado mucha agua y un día me pegué tal golpe con el agua que acabé con mucho dolor de cabeza (y de cervicales), y una hora después todavía seguía goteando agua salada por la nariz. Decidí que el Pacífico y yo habíamos peleado lo suficiente y que me había cansado de ser su saco de arena, así que decidí dejar de lado una no muy prometedora carrera en el surf.


Yoga en el paraíso


También he hecho yoga, todos los días desde que estoy aquí, ¡en el mejor sitio del mundo! Yoav es el profesor de yoga, muy bueno. El primer día solté tensión que debía de llevar ahí años. Recuerdo que en un momento dado mi pierna empezó a literalmente vibrar, de mitad del gemelo para abajo, y así estuvo un minuto largo. Fue una sensación parecida a cuando se te duerme una parte del cuerpo, pero a la vez diferente. El segundo día me pasó algo parecido en el estómago, con pequeñas contracciones -y algunas más fuertes-. Tensión liberada, sentimientos de tristeza, incomodidad, que afloran en medio de un ejercicio... Yoav, dueño del hotel Horizon y un profesor excelente. Lástima que no diera él el yoga todos los días; ya que la otra profesora, Stephanie, hace otro tipo de yoga, más físico, posturas extrañas que ni en una película porno, cantidad de posturas frente a cualidad... coño, Steph, que quiero hacer yoga, si quisiera ir a una clase de Pilates iría a una jodida clase de Pilates!

En fin, no sé muy bien cómo he llegado hasta aquí ni cuántas cosas me he dejado de contar. Me olvido de describir el pueblo, al más puro estilo pueblo-carretera (me acabo de inventar la palabra), con una carretera principal -y única-, y todo lo demás (playa, hoteles, hostales, restaurantes, tiendas) amontonado en torno a ella; los restaurantes y sus precios elevados (bueno, todos los precios aquí son elevados), pero en fin, ha sido una experiencia interesante! Hoy he sentido pena mientras veía mi último atardecer... ¡Hasta siempre, Costa Rica!

sábado, 1 de febrero de 2014

Diario de Costa Rica: Natasha

Veamos dónde lo dejé...

Deshidratado, mareado, hecho una piltrafa. Pero cuando tocas fondo... ¡sólo puedes ir hacia arriba!

Hoy fue un buen día. Me desperté a las 4.30, como habitualmente hago, con ganas de ir al baño, como últimamente también me pasa. Por el camino había una cucaracha de espaldas, pataleando y moviendo sus antenas. No podía ni quería matarla, ni podía soltarla tampoco, así que decidí soplarla para que se diese la vuelta y continuara con su vida, pero sólo segundos antes de abandonar la habitación.

El plan del día era llegar a Santa Teresa, 2 horas y media de carretera, hora y media de ferry y otras 2 horas de carretera después. Finalmente reservé un shuttle bus, que viene a ser una furgoneta de unas 8-10 plazas que te viene a recoger al hotel y te deja en la puerta del hotel. Una especie de limusina para ricos. El transporte público me habría costado 15$; por el shuttle, he pagado 50$, pero por evitarme moverme por San José, tratar con un taxista y la comodidad del viaje sin duda ha merecido la pena. Las experiencias, para cuando tenga mejor el estómago.

Y ¡ha habido experiencias!

Curiosamente, en el shuttle éramos sólo dos personas: yo fui el primero en montarme, tras charlar un rato y despedirme de Paz, la recepcionista del hotel con cucarachas, una chica encantadora (era española, no costarricense, ¡ya decía yo que era demasiado atractiva para ser costarricense!); posteriormente fuimos al aeropuerto international de San José, en Alajuela (a unos 15km de mi hotel) y recogimos a Natasha.

A todo esto, el conductor del shuttle. El tipo conducía como si le estuvieran cronometrando, tras dar dos vueltas en el aeropuerto y abrir la puerta de la furgoneta sin mirar y casi estamparla contra un coche que venía por detrás, ¡comienza a quejarse y a decir que la gente va acelerada! Le doy la razón mientras por dentro surge una sonrisa irónica.

Como digo, recogemos a Natasha, una chica muy atractiva, londinense, y que va a visitar a su hermana, quien se aloja en el mismo pueblo a donde me dirijo yo, Santa Teresa. Al hotel Funky monkey o algo así.

Al principio no hablamos mucho, más allá de intercambiar un par de preguntas de cortesía, y se pone a dormir aprovechando la amplitud de espacio; pero resulta que el shuttle nos deja a las 4.20pm en las cercanías del ferry, y éste no sale hasta las 5pm; y, posteriormente, ambos vamos a coger otro shuttle que nos recogerá en la misma salida del ferry, en torno a las 6.20pm. Aasí que parece que vamos a compartir un buen rato. Me asusto un poco mientras nos sentamos en una soda y pedimos sendas Coca-Colas. Empezamos a hablar.

¡Inciso! Como muestra de lo barato que es el transporte público en Costa Rica, nos costó más la Coca-Cola (2$) que el ferry de una hora larga de Puntarenas a Paquera (1.6$). Más sobre el ferry más tarde.

Empezamos a hablar y ¡la conversación fluye sola! La chica resulta ser bastante interesante. Viene de Londres, haciendo escala en Nueva York y Atlanta, una de las cuales de 7 horas, que se pasa durmiendo en el aeropuerto. The girl has balls! Trabaja como desarrolladora de ideas para la NBC, y se ha tomado una semana de vacaciones. Terminamos hablando de la playa, lógico ya que es adonde ambos nos dirigimos, y le cuento que me aterran los animales de mar como los tiburones, calamares, mantas, etc.; y que he oído que en Santa Teresa hay tiburones, que con mi colchoneta tengo más valor y me adentro más en el mar, pero que a veces, cuando estoy a 50 metros de la orilla, me entra el pánico... -y para qué mentir dos veces... no le he dicho 50, sino 100 metros, y en realidad ambas son mentira; algunas veces a 20 metros de la orilla me cago por la pata baja-, y tengo que salir a toda velocidad del agua, como un pato chapoteando a toda velocidad. Le pregunto que cuál es su mayor miedo, y me dice que los cangrejos: que de pequeña vio a una mujer acorralada por un cangrejo, y que aquello la traumó de por vida, que no puede ni ver un cangrejo, y que un día sus amigos le dieron un susto y no habían considerado lo profundo de su miedo, que vomitó y todo. Le digo que su miedo es más ridículo que el mío y se ríe.

Así seguimos un rato más, surge el tema de la seguridad, que tanto me ha tocado los huevos en los últimos dos días, y me cuenta que ha estado en un montón de países de Latinoamérica. Me dice que Honduras es peligrosísimo, pero que tiene unas islas preciosas. Ambos hemos estado en Tailandia; ella en Ko Pha Ngan, y añade que no le pareció seguro. Para demostrarle lo equivocada que está sobre mi querida Tailandia, le cuento mi ya manida -pero no por ello menos buena- historia del bolso del mercadillo en Phon Phisai, que alguien se dejó en la calle una mañana de mercado martes y que allí estuvo 3 semanas, sin nadie tocarlo hasta que me fui del pueblo.

Seguimos hablando. Le pregunto por su trabajo, qué proyectos hace, ella me pregunta por el poker, pasamos bien el rato, hay mucha fluidez y alegría en la conversación. Ya en el ferry, se corta un poco el rollo con la música a todo volumen. De acuerdo, son el país más feliz del mundo, así que no me parece legítimo cuestionar su metodología, pero ver un ejército de costarricenses tomar Imperiales (la cerveza de aquí) y cantar en un karaoke no me parece el mejor plan del mundo. Además, me jode mi plan mojabragas de tocar Wonderwall.

Puesta de sol en el ferry Puntarenas - Paquera

Ella saca un libro y se pone a leer. Le pregunto por su libro favorito (siempre ávido de recomendaciones de buen material) y me dice que The bonfire of the vanities, de Tom Wolfe. Comienza a leer y yo me tumbo (hay muchos sitios libres en el ferry) mientras noto ciertos nervios en el estómago. No sé si tendré que ir al baño otra vez. Me pregunto cómo he sido capaz de conectar tan bien, cuando la mayoría de veces me entran nervios. Quizás sean los forta-sec que me he tomado esta mañana para detener la hemorragia. O quizás algo está cambiando.

Bajamos del ferry y aparecen otra vez los encantadores hijos de puta y enemigos públicos número 1 de este blog, con sus sonrisas falsas, y a los que no puedo más que mirar con repugnancia. Nos montamos en el shuttle, yo dudo si ponerme a su lado o en diferentes filas, al final me pongo en una fila diferente. Miedo 1 - Rami 0. Nuestro nuevo conductor supera al anterior en mucho. Se me hace difícil describir a la velocidad a la que íbamos por semejante carretera de mierda, de montaña, de noche cerrada, estrechísima y con baches continuos. Simplemente diré que todo se movía demasiado.

No hablamos, así que me pongo una meditación guiada, cierro los ojos y medito durante un rato. Me dejo llevar, dejo que mi cuerpo se mueva todo lo que quiera por el vaivén, incluso me imagino que estoy en una especie de atracción al estilo Portaventura.

Pasa un rato, y queda ya poco para que nuestros caminos se separen. Le digo que tengo un blog, que escribo poco, fundamentalmente cuando viajo, que me ha resultado lo suficientemente interesante como para que aparecer en él; pero que no se preocupe, que sólo lo leen cuatro frikis del poker. Se ríe y me dice que escriba bien su nombre, que es Natasha y no Natascha.

Me bajo yo primero en mi hotel sitio de cabinas. Hay un ambiente muy agradable, lo lleva un alemán surfero que lleva 10 años viviendo en la isla. Me cuesta 35$ la noche, son sólo 5 ó 6 cabinas y a primera vista casi todos o todos son parejas, pero la gente hace la cena junta, etc. veo que hay buen ambiente y me da un poco de miedo. Ese mismo miedo que tengo que ir soltando poco a poco.

Me voy a cenar a una soda (arroz con atún y batido, pero esta vez de leche y sin hielos y además no toco la poca ensalada que viene con el arroz -ya he aprendido la lección-), vuelvo a mi cabina y me pongo a escribir.

Mañana espero poder tomar mi primera clase de surf (hora y media, 45$, alquiler de tabla incluida) y de yoga (8 clases, 60$, no es un precio extremadamente caro). Tengo cogidas 6 noches, hasta el día 6. Mi vuelo parte el día 9. Si entre mañana y pasado mañana esto me gusta lo suficiente y puedo alargar mi estancia en el sitio de cabinas (la demanda es altísima en estas fechas), puede que alargue la fecha de retorno de mi vuelo. Si no, estaré las 6 noches, disfrutaré del mar y volveré a España con un bronceado y espero que conocimientos básicos de surf y alguna lección más de la vida aprendida.


Bonus track: Wonderwall!

jueves, 30 de enero de 2014

Diario de Costa Rica: Día para olvidar

Ayer estaba exultante, había puesto a prueba mis miedos y había salido victorioso, llegando satisfactoriamente a San José. De hecho, recuerdo vivamente los momentos previos a quedarme dormido, con una paz y una quietud extraordinarias.

Hoy el plan era levantarse pronto y quizás coger el autobús de las 6 de la mañana para Santa Teresa, un viaje de 6 horas y media. Pero esta mañana me he levantado con la tripa hecha una mierda; hay que decir que no estaba yendo al baño del todo bien los últimos 2-3 días, pero esta mañana he tenido que "usar el baño" varias veces. Probablemente fue uno de los muchos batidos (con agua) o coca-colas (con hielo) que tomé en Tortuguero, haciendo su efecto en mis intestinos.

Así que obviamente no iba a coger el autobús de las 6.00, y me he quedado en la cama descansando, creo que con algo de fiebre, en un estado de semi-incosnciencia; esperando a mejorar para coger el autobús de las 2 o quedarme una noche más en el hotel de San José (52$).

A las 11.30, entre sueños febriles, he decidido que definitivamente me quedaba en San José una noche más, así que he bajado a comunicárselo al recepcionista. Me dice que imposible, que tienen todo lleno, y que me tengo que ir a las 12.

En un estado físico bastante deplorable, recojo todas mis cosas (un infierno cada vez que quiero empacar) y me pongo a buscar un hotel. Quería un buen hotel para poder descansar a gusto, y encuentro uno por 69$ que tenía muy buenas puntuaciones en Booking.

Reservo y salgo de mi hotel mareado. Cojo un taxi y le pregunto que si sabe dónde está el hotel, y me dice: "sí, claro, yo puedo preguntar". Bueno, para qué andarse con rodeos. Me ha estafado: no tenía ni puta idea de dónde estaba el hotel y cuando ha visto otros potenciales clientes cerca me ha despachado. Aparte, la maría (taxímetro) ha empezado a contar desde el segundo uno, cuando ayer, con mi taxista (ya dije que era el único honrado de todo San José), tardó en empezar a sumar a los 625 (1.25$) colones básicos unos 5 minutos.

Total, que al cabo de 5 minutos escasos la maría, que por supuesto estabar rigged, contaba 2235 colones y subiendo. El muy hijo de puta, ahí parado esperando a que le pagara y me bajara mientras el taxímetro no dejaba de subir. Le digo, "vale, me bajo"; le he dado un billete de 2000 colones y me ha dicho que así estaba bien. ¡Incluso a alguien de su calaña le ha dado vergüenza cobrarme el resto por un servicio nulo!

Y aquí es cuando ha empezado el festival del humor.

He preguntado a 3 personas, no a una ni a dos. ¡A tres personas! Y, curiosamente, ¡las 3 sabían dónde estaba el hotel... pero todas ellas me han indicado en la dirección contraria! ¡Y una de ellas era un policía!

La primera ha sido una señora, he visto la puerta de una asociación de no sé qué mierdas abierta, y ya he aprovechado. Han tardado como dos minutos en consultarlo y me han indicado con total y absoluta certeza en la dirección contraria. Así que yo, agradecido de corazón, y en un estado físico lamentable, me he ido alejando del hotel cargando con el portátil, la guitarra y la mochila.

Sigo subiendo -encima era subida, hay que joderse-, y para asegurarme de que voy en la buena dirección le pregunto a un trabajador que está reparando el techo de un bar. Me dice: "Sí, siga un poco más hacia arriba, como tres o cuatro bloques y ahí es a la derecha". Le digo: "¿Pero está muy lejos?" -"No, no mucho". Sólo de pensarlo ahora me entra la risa.

Los siguientes han sido los policías. Les digo: "Estoy buscando el hotel Voltaire, ¿sabéis si voy bien por aquí?" Me dice uno de los dos: "Bueno, no estoy seguro del todo, pero creo que sí, vas bien". Bueno, un avance, por lo menos tiene la cortesía de decirme que no está "seguro del todo", pero por supuesto voy bien.

He acabado literalmente en las últimas, con un tirón en la pierna de andar con la puta mochila que pesa como una vaca, sudando, con un sol de justicia, deshidratado, ya pensaba que estaba cerca de desmayarme. Y he preguntado a una especie de guarda-jurado de una tienda de algo o de un parking y me ha dicho que no sabía dónde estaba el hotel (hurra!), pero que subiera un poco más y ahí en la parada de taxis me podrían ayudar a encontrarlo. También le he preguntado si era peligroso andar por ese barrio, y me ha dicho que "de día, no". Realmente da muy mal rollo estar andando por calles semidesiertas con todas las casas enrejadas.

En la parada de taxis me sonríe el mítico estafador, al que, a estas alturas, sólo puedo mirar con cara de odio; me dirijo hacia un taxista de unos 55-60 años y le digo: "Mire, quiero ir a este hotel, que está en la calle 31 con la avenida 8. No me importa las vueltas que dé, y no quiero que ponga la maría; le voy a dar 1500 colones pero me tiene que llevar a la puerta del hotel".

Ha aceptado y hemos llegado al punto donde me había dejado el anterior taxista. Hemos tenido suerte, justo nos hemos cruzado con una trabajadora del hotel que se dirigía hacia allí, y que se ha montado en el taxi. Era muy amable y no estaba mal para lo que me he acostumbrado a ver en Costa Rica (lo siento, pero el 90% de las ticas son más anchas que largas). Hemos llegado al hotel (que estaba bastante escondido) y el taxista, que ha aguantado estoicamente mis improperios contra los taxistas costarricenses y su absoluta falta de honradez y escrúpulos, sólo me ha cobrado 1000 colones por lo corto de la carrera.

Me he registrado y les he preguntado dónde comer, y me han comentado sobre un sitio para comer barato (2000 colones por un casado) y la chica, Paz, me ha dicho que ella iba a comer y que almorzaba conmigo. Debería empezar a aceptar estas invitaciones; aunque en mi defensa, estaba sudado, cansado y al borde de la deshidratación. Pero supongo que uno siempre encuentra excusas cuando son lo que busca.

Un par de pensamientos mientras me termino mi botella de agua con sales (Citorsal):

-El tema de la seguridad. Mientras recorría las calles (he llegado de la calle 31 a la 39) da pena ver que todas las casas tienen como mínimo rejas, otras tienen alambres de espinos, cámaras, parkings privados,... así en todo lo que he visto de San José hasta ahora, da pena realmente. He visto incluso un parking de una casa vallado y con alambre de espinos para un solo coche, algo muy curioso. Quizás luego haga unas fotos, pero a veces hasta da cosa sacar el teléfono en sitios así.

-Me declaro oficialmente enemigo acérrimo de los taxistas. No se me ocurre un gremio peor (quizás el de los políticos, y recalco el "quizás"). Tampoco me gusta San José, ciudad feísima y muy peligrosa; ni los ticos a los que de pequeños no les enseñaron a decir que no saben cuando no tienen ni puta idea de dónde está algo (esto también era muy propio de Tailandia).

Como digo, día para olvidar... mañana será otro día.

Diario de Costa Rica: Viaje a las profundidades del miedo

Por dónde empezar....


Empezaré por el principio (nota: para ver la imagen a tamaño real, pulsar sobre la misma)

Costa Rica: ¡Pura vida!



Aunque seguía ganando a un winrate alto, estaba notándome algo saturado de poker. No sirvo para echar 30k manos al mes durante periodos largos, y creo que hice 100k manos entre mediados de octubre y finales de diciembre. Me fui a un retiro espiritual a primeros de enero, y ahí tomé la determinación, entre otras muchas buenas decisiones, de que no podía volver a casa sin un billete de avión.

Me encontraba en Barcelona la noche antes de mi vuelta, totalmente decidido a no regresar sin un billete, y por casualidad vi unas ofertas de Iberia en vuelo sin escalas a Costa Rica, así que no me lo pensé y lo compré. Hice lo que recomienda hacer un amigo que vive en Bangkok: primero comprar el billete y luego, si acaso, solucionar todo lo demás; o, en palabras de otro amigo que también vive en Tailandia: comprar el billete cuando estás animado y que sea tu yo futuro quien más tarde se joda y apechugue. ¡Ambos son unos consejos estupendos!

Y eso pasó, que el Rami futuro tuvo que apechugar. Voy a abreviar porque si no no acabo: acabé en un vuelo a San José, Costa Rica, sin saber muy bien qué pintaba allí, y con prácticamente nada planeado. Sólo tenía hoteles y transporte más o menos solucionados para los 2-3 primeros días, luego todo en blanco, salvo la posibilidad de recorrer toda Costa Rica hacia la otra punta del país, a un pueblecito surfero situado en playa Santa Teresa, en la península de Nicoya, al noroeste del país.

Pero fue llegar a Alajuela, la ciudad del aeropuerto de San José, y empezar a desaparecer el miedo. ¿De qué me iba a servir cuando estaba totalmente solo y todo dependía de mí? ¿En qué me iba a ayudar?


 Comida caribeña: pollo, arroz, frijoles, ensalada y  plátano frito... buenísimo!



Algunos lectores no entenderán mi actitud o mis motivaciones. Para mí están muy claras: me pasé varios años siguiendo lo mejor que podía los designios de mi miedo, haciendo todo lo posible por escapar de él; sobra decir que fueron intentos vanos, al final de un modo u otro la vida te lleva a esas situaciones. Pero de un tiempo a esta parte algo ha cambiado: estoy haciendo el viaje de retorno, ahora soy yo el que busca encontrarse con el miedo.

El miedo siempre es miedo a la muerte en última instancia. Da igual que hagas alpinismo sin oxígeno, que te aterre dar una conferencia en público, que tengas miedo de suspender un examen o de no poder pagar tus facturas,... en el fondo, si sigues ese miedo de vuelta a su fuente, siempre te llevará al miedo a la muerte.

En mi caso tengo una especie de fobia a determinadas situaciones sociales, algo que podríamos denominar "desastres sociales". Por ello me estresan los transportes públicos tercermundistas atestados de gente, especialmente aquellos que carecen de baño. Me pongo nervioso y hace que me entren ganas de ir al baño, lo cual de algún modo es una pescadilla que se muerde la cola: te pones más nervioso, lo que hace que te entren más ganas de ir al baño, lo que hace que a su vez te pongas más nervioso... Alguna vez ha estado a punto de ocurrir un accidente.

 Sólo en el Caribe: playa y selva en la misma instantánea



Tengo más miedos o fobias. Como digo, antes pensaba que eran una limitación en tu vida. Pero ahora me doy cuenta de que no son solamente eso, sino que además son la puerta a otra cosa. En ese dejarte devorar por el miedo, dejarte arrastrar por él plenamente está una de las claves de la vida, y es el único modo de superar el miedo a la muerte, que con mayor o menor éxito nos empeñamos en enterrar profundamente.


Y ahora precisamente busco eso: se podría decir que de algún modo es un entrenamiento que me haga ser capaz de afrontar el miedo último: el miedo más absoluto y primordial, del que surgen todos los demás: el miedo a la muerte, a la desaparición absoluta. Por eso creo que todo aquello que te haga sentir miedo es positivo, siempre y cuando lo afrontes con la actitud adecuada, léase: ni querer escapar de él, ni tampoco luchar con él y tratar de aplastarlo. Ninguno de esos dos métodos funciona, más allá de proporcionar un alivio momentáneo y perpetuarlo.

Recuerdo una conversación de hará unos meses con un amigo, que estaba sufriendo ataques de pánico en las últimas semanas. No entraré en los motivos por los que le estaba sucediendo esto ya que son irrelevantes: pero estaba haciendo lo que nuestros padres, la sociedad y la genética nos ha enseñado a hacer: huir de ello. Me decía: "yo intento pensar en otra cosa". ¡Grave error! Precisamente pensar en otra cosa es lo que perpetúa la ansiedad. Tienes que permitirte sentir toda esa agitación, todos esos pensamientos que hablan de muerte, de que de algún modo todo irá mal, todo fallará,... y sin interferir con ellos en absoluto, tienes que ser capaz de, cuando todos tus pensamientos y tu cuerpo está diciéndote que todo irá mal, echarte a un lado y dejar que hagan su función sin tocarlos lo más mínimo. Es algo extremadamente sutil y requiere de mucha práctica.


Panorámica del embarcadero de mi hotel y sus impresionantes vistas al canal



Me desvío. Esta mañana no tenía forma de volver a San José que no fuese utilizar el transporte público, y aunque tenía la opción de esperar un día más y volver en un shuttle privado, o de pagar 150$ y volver en avión, en el fondo quería enfrentarme a mi miedo. Y ni qué decir tiene que no me ha decepcionado.

Sé cómo funciona mi pánico en estos casos: lo peor siempre tiene lugar al principio de la "situación", y ahí estaba yo, la lancha hacia la Pavona recién comenzada, y las sensaciones y pensamientos estallando a plena velocidad, al igual que la barca.




 El Parque Nacional de Tortuguero, visto desde la lancha



Pero esta vez ha sido diferente. Esta vez no huía de ellos, esta vez los dejaba entrar. Han aparecido pensamientos con una carga emocional enorme, pensamientos que llevaban de algún modo ahí guardados meses o años, terribles,... pero ahora soy más sabio. Ahora no he tratado ni de enfrentarlos ni de resitirme a ellos. Hubo, como suele pasar con estas cosas, un in crescendo, la sensación pasó del estómago a los brazos, rápidamente todo el tórax y la cara, la parte inferior de las piernas, todo muy rápidamente... absolutamente embargado por el miedo,... y después simplemente.... ¡plop! ¡Se evaporó sin más!, a la vez que quedó un transfondo de paz que me permitió disfrutar del precioso viaje en lancha por el Parque Nacional de Tortuguero hacia la Pavona. (Lamentablemente no vimos caimanes.)

Después el viaje ha sido coser y cantar: incluso en el autobús he entablado una agradable conversación con lo que yo pensaba que eran una pareja de franceses, pero no eran así, simplemente se habían conocido y compartían parte del trayecto. Al principio había pensado que eran la típica pareja de viaje, pero creo que no estaban enrollados, aunque no lo sé seguro.



 Ñam ñam!



Ambos eran muy agradables, aunque la chica me cayó mejor pese a su horrible acento (en realidad vivía en Suiza): estaba haciendo un viaje alrededor del mundo. No es la primera vez que oigo hablar de esto: pagas una cantidad (en EEUU me dijeron 2500$, ella me dijo 3.500€), comienzas y terminas en un aeropuerto y puedes coger tantos vuelos como quieras durante no sé si 6 meses o 1 año, pero con una condición: siempre tienes que volar en una msima dirección: o hacia el Este o hacia el Oeste hasta el final del trayecto; ella se dirigía al Oeste: Canadá, Centroamérica, después Australia, Asia y de vuelta a Europa. Y él llevaba 3 semanas en Perú, iba a estar unos días más en Costa Rica y volaba a Guatemala. Muy agradable y abierto también.

Cuando les he dicho que estaba pagando 35$ por mi habitación se han sorprendido: ella, que siempre se alojaba en hostales, pagaba 12$; él 20 por una habitación de hotel. También me han sorprendido con el tema del equipaje: ella llevaba 3 camisetas para un viaje de 5 meses!


 Contraste de imágenes, sonidos,... una maravilla




Me ha gustado conocer gente tan abierta. Gente que se encuentra con otra gente en un viaje y simplemente juntan sus caminos durante un tiempo, como dos niños que se encuentran en un parque de juegos y simplemente se ponen a jugar. Dentro de poco me veré capaz de hacer lo mismo.

Luego hemos llegado a San José. No me ha gustado mucho, he estado a punto (sin saberlo, ya que no había preparado casi nada) de meterme en el barrio más peligroso de todo San José (Barrio México), pero en el último momento mi sentido arácnido que tantas veces me hace bluffcatchear correctamente me ha alertado, y he cogido el que probablemente fuera el único taxista honrado de San José.

El aire acondicionado de mi autobús, había que elegir entre asarte de calor o tragarte el polvo del camino. Elegí masticar granos de arena


Al poco de llegar he ido a comer a una soda unas fajitas de pollo con arroz horribles por 3500 colones (7$, me han estafado seguro), y posteriormente me he adentrado en un mercado al estilo tunecino que estaba muy cerca de mi hotel, y me he comprado una pulsera chula de aparente cuero por 1000 (iba a decir bahts) xDD por 1000 colones, que son 2$. He aceptado sin más; me parecía un precio más o menos justo.
He visto pinturas de alguien a quien se las había pintado "su hermano". Eran todas una mierda la verdad, la técnica era extremadamente simple (me recordaban a las que hacia yo en clase de Educacion Artistica), y ninguna era bella; a excepción de una, en la que aparentemente "su hermano" acertó por casualidad. Además, curiosamente, estaba situada la primera, encima del resto; si no llega a ser por esa casualidad, habria pasado de largo.

Un reloj estropeado da la hora dos veces al dia, y hasta el pintor o escritor mas obtuso puede tener un momento de inspiracion, de conexión con la fuente, con el universo, con lo divino, como se quiera llamar... Me ha pedido 8000 colones de primeras (16$), y he utilizado una técnica que no había practicado hasta ahora: hablar poco. Me he quedado callado mientras me decía que eran muy buenos, me enseñaba otros, etc. Y sin yo decir nada, mirándole con cara de "no soy gilipollas". Ha bajado a 7000 (14$).

 Al poco de estar en silencio le he dicho que era muy caro, a lo que ha respondido que me lo podía dejar en 6000 (12$). No me parecía un precio justo, pero tampoco me apetecía seguir mas tiempo escuchando su cháchara y he aceptado.
 

Y así llego hasta ahora mismo, en el bar de un hotel de San José tomándome -por cuenta de la casa- un cocktail que lleva ron y algo más, de ésos que te van emborrachando sin apenas darte cuenta, mientras me sobresalta el estruendo de las sirenas de un coche de policía que pasa a toda velocidad en busca de -quizás- unos rateros a la caza de un pobre turista. Han pasado más cosas (ha sido un día muy interesante) pero estoy ya muy cansado de escribir.

¡Mañana será otra aventura, espero!